jueves, 16 de abril de 2009

El Genoma del Rosarista

Justo cuando creí comprender el mapa genético de un Rosarista, desapareció mi principal fuente de estudio (lo cual fue un alivio para mí). Sin embargo, esporádicamente aparece y me permite especular sobre cuál es aquel gen contaminado con un virus mortal que está en el ADN del Rosarista y que lo hace portador de una enfermedad que en algunos casos no se ha desarrollado y, en otros, ha avanzado terriblemente aunque se niegan a aceptarlo.

¿Será que el gen maldito que está en el ADN es checho el desecho? Me resisto a creerlo. Posiblemente el gen esté en la verídica, seria y contundente información que nos brinda (como aquella vez que sostuvieron que el evento de Rock al Parque no se realizaría)…En fin, creo que todos sabemos que el gen maldito está al final de la cadena del ADN.

Es obvio, en horas de la mañana recibimos el ADN y lo llevamos al salón. Cuando menos nos percatamos, el profesor está hablándole al aire mientras que sus estudiantes están sumamente preocupados por lo que pronostica el horóscopo. El estrés que les genera no poder llenar el crucigrama tiene proporciones cada vez menos sanas y la sensación voluptuosa de tener el ego en las nubes cuando se llena el sudoku, hacen que la cátedra pierda su papel fundamental en nuestra formación y pasa a planos secundarios.
Algunos pensarán que el ADN no tiene nada de malo y que, por el contrario, nos da una lección de cómo acabar con la competencia, nos trae información de primerísima mano, que permite un entrenamiento simple y QUE ES GRATIS. Recibir esta fuente de ignorancia nubla nuestros sentidos y nos somete a una información sin beneficio de inventario. Incluso se encuentran constantes errores de ortografía y redacción ¿No se dan cuenta del atentado al periodismo y A LA NATURALEZA que perpetra este diario? No obstante, lo realmente inquietante es el motivo por el cual la Universidad permite la distribución de este diario dentro de las instalaciones mientras que limita considerablemente la circulación de las propuestas estudiantiles. ¿Habrá algún tipo de interés económico detrás de este permiso?

Porque lo he vivido, me opongo totalmente a la distribución de este diario en las inmediaciones del Colegio Mayor. Porque me desespera llegar a un salón de clase y ver unos cuantos ejemplares en los puestos y el suelo con crucigramas a medio terminar. Porque me desespera que me pregunten el símbolo del Estroncio en la mitad de la clase; porque odio irracionalmente a checho el desecho y porque desconfío mucho de la información que en este medio se plasma, invito al respetable lector de esta publicación que no reciba más el ADN.

Ricardo Álvarez

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