lunes, 16 de noviembre de 2009

Un Negocio Llamado Universidad

La universidad es un espacio de saber, conocimiento y de formación integral para la juventud de un país. Lo que no se dice en las hermosas introducciones de los programas a los que nos invitan a matricularnos son los descomunales gastos que se suman a la matrícula que ya es bastante costosa. Ahora bien, creo que es menester mencionar que estamos en la segunda universidad más cara del país (nos supera los Andes en donde la opción de segundo programa es gratis). A pesar de los costos, nuestra universidad ocupa un honroso puesto No.20 en el ranking nacional (aunque esto es tema de un próximo artículo). El próximo año, como estudiante de jurisprudencia, pagaré $6.455.000 (aunque los de primer semestre pagarán $7.142.000 y medicina llegará a pagar $10.961.000), siendo esto sólo el inicio de una factura que sólo muy pocos podremos costear. Empecemos por informar que las posibilidades que la universidad ofrece en restaurantes, reflejan su desinterés en nuestra correcta alimentación, porque COMO TODO ES UN NEGOCIO ya todo es de los señores privados que juegan a quién le sube más el precio a los productos y obviamente quién ganará más dentro del negocio llamado universidad (y están en todo su derecho, dicen las directivas).

Lo que no se dice en las hermosas introducciones de los programas que nos invitan a matricularnos son los descomunales gastos que se suman a la matrícula que ya es bastante costosa.



Otro bastión de oportunidades para acrecentar sus recursos está en el certificar que cancelamos ésta costosa matricula, pues cobran $11.000 y si lo que buscas es un duplicado igual pagas $11.000, mismo precio de un duplicado del recibo de matrícula. Recordemos que los dueños del negocio habían decidido cobrar $17.000 por la revisión de los exámenes (clara muestra que los errores de los profesores los paga el estudiante), pero la presión de los estudiantes permitió que se echara para atrás esta decisión. Los demás certificados generan aún más ingresos para esta institución: Certificado de contenidos por asignatura $11.000, contenido de semestre $24.000, contenido de programa $88.000 (aun cuando aparecen en la página institucional, pero ellos añaden la firma). Los derechos para obtener un título cuestan $480.000, los derechos para cumplir los requisitos de grado $600.000 y las actas de mi grado se elevan a $22.000. Si por algún motivo no puedo asistir a un examen parcial por una causa justificada, debo cancelar $50.000, costo de un supletorio. Si por algún motivo debo reponer el carnet, me cuesta $35.000. Si deseas registrar una materia fuera del término, te cuesta $30.000, una validación asciende a $170.000 y si necesitas algún duplicado de tu diploma te cuesta $70.000. El examen del PET, que tanto atormenta a los estudiantes Rosaristas, ha sido fijado en $240.000. Adiciona la Universidad que si deseas ver una materia intersemestral, deben inscribirse por lo menos 10 personas, o sino los inscritos deberán pagar el faltante, argumento que demuestra un interés por la ganancia mínima requerida y no por la calidad de la materia. Continuar relatando lo que vivimos es triste, pero además vergonzante, ya que el gran esfuerzo de nuestros padres caerá en este negocio llamado universidad e incrementará los ingresos institucionales.

Terminemos diciendo que el bienestar universitario parece un concepto olvidado en la institución, o ¿que cobren por jugar parques ($600 p/hora), ping pong ($1000 p/hora), billar ($1700 p/hora), o un juego de rana ($1100 p/hora) no es una muestra de la facilidad de ver el símbolo pesos en todos lados? Hagamos cuentas para saber cuál es el costo real de estudiar en una Universidad que no figura en las mejores 100 del ranking latinoamericano. Ojala no nos cobren el usar las escaleras de emergencia para subir en Casur, o la entrada a los baños. En fin esperaré a ver qué pasa mañana o ¿también tendremos que pagarles a los profesores por preguntar? Eso podría ser OTRO NEGOCIO ¿NO?

José Luis Rodríguez

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