domingo, 15 de marzo de 2009

La Mediocridad de la Educación por Competencias

El ingreso del sistema neoliberal en Colombia ha tenido catastróficas consecuencias en nuestro país. En la educación, particularmente, ha logrado imponer un sistema denominado formación por competencias, modelo educativo que sustituye la formación en conocimiento por la formación en habilidades o destrezas prácticas acorde a las necesidades del mercado. Este modelo se fundamenta en la falacia según la cual en un mundo globalizado el conocimiento es tan cambiante que se hace obsoleto, innecesario. Por lo tanto, a los estudiantes no se les debe enseñar conocimientos sino que la educación debe reducirse a enseñar simples habilidades prácticas. De ahí la conocida frase de “saber – hacer”. Este sistema que reduce la calidad académica y forma generaciones de estudiantes técnicos y prácticos, pero sin los conocimientos teóricos fundamentales, fue implantado por el gobierno nacional mediante el Plan de “Desarrollo” 2006 en su artículo 6º. Desafortunadamente y en contra del principio de autonomía universitaria y calidad académica, las directivas del Claustro aceptaron los designios del mercado internacional y del gobierno nacional.

Las últimas reformas impulsadas desde la Facultad de Jurisprudencia demuestran esta tendencia a darle primacía al conocimiento y a la educación práctica, en perjuicio de la educación teórica y científica. Desde ahora indico que no estoy en contra de la educación práctica, por el contrario, esta es necesaria para el desarrollo integral del estudiante. En lo que no estoy de acuerdo es que el incentivo por la práctica genere un detrimento en la educación teórica y científica que brinda la institución.

Las últimas reformas impulsadas desde la Facultad de Jurisprudencia demuestran esta tendencia a darle primacía al conocimiento y a la educación práctica, en perjuicio de la educación teórica y científica.


Tales son los casos de la reforma impulsada en el segundo semestre de 2005. En dicha oportunidad se decidió reducir el horario de las materias y la fusión de cátedras fundamentales que antes se dictaban en un horario mucho mayor. Por ejemplo, la enseñanza de la base del derecho civil -me refiero a Personas y Familia. Materias que antes dictaban en un año cada una, que luego se redujeron a un semestre cada una, quedaron reducidas a una materia de 1 semestre denominada “Derecho Civil Personas y Familia”. La segunda gran reforma impulsada el semestre anterior, logró sacar de las cátedras obligatorias una materia científica como teoría del delito y la pena. Además, hicieron otra amputación científica al unir en una sola materia las cátedras de teoría del estado y teoría constitucional.

Reitero que no me opongo a la formación práctica, pero esta debe ser complemento de una educación científica y de calidad. La Universidad y en concreto la Facultad de Jurisprudencia, nos está convirtiendo en técnicos del derecho y no en verdaderos científicos que podamos, eventualmente, generar nuevo conocimiento o avanzar en las posiciones actuales. Existe otra gran dificultad al respecto: la vulneración de la autonomía universitaria, principio constitucional que supone la decisión de la comunidad académica sobre qué y cómo se enseña. Al exponer esta crítica ante las directivas de la facultad, la respuesta ha sido que simplemente siguen las directrices del Ministerio de Educación. Entonces me pregunto, ¿dónde quedó la Autonomía Universitaria?

Otras directivas han respondido, desafortunadamente, que la educación sólo servirá si se fundamenta en la práctica ya que la teoría no sirve para litigar en el mundo jurídico. Se demuestra así, que la intención con este tipo de educación es servir como mano de obra para un mercado laboral que ha sido preestablecido internacionalmente, alejándonos de una educación de calidad que nos permita generar un desarrollo económico y productivo propio. O bien, ¿será que la Universidad adoptó el criterio del ex rector de la Universidad Nacional, Marco Palacio, quien en una entrevista se atrevió a afirmar que la universidad estaba enseñando mucho a los estudiantes?

David R. Rodríguez N.

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